“¿Ustedes venden autos?” Eso fue lo que posteó Elon Musk después de ver el spot publicitario con el que Jaguar, la compañía automotriz detrás de la creación del icónico Tipo-E, comunicó el re-brandig de la marca.

La reacción en las redes sociales llegó a tal punto, que el director general de Jaguar, Rawdon Glover, se quejó por lo que él calificó como un “estallido de intolerancia“.

Aclaró que el mensaje fue mal entendido y que el spot no era una afirmación de quiénes serían los futuros consumidores de la marca. También señaló que necesariamente no deseaban dejar atrás a sus clientes habituales y que el rebranding se había realizado porque necesitaban atraer a una nueva base de consumidores.

Lo que olvida el jefe máximo de Jaguar es que la comunicación de marca no es un mero ejercicio de marketing. El branding, a través de la selección de los distintos elementos que conforman la comunicación, es una declaración identitaria.

Tal como lo señalaba Hebdige, el estilo es la forma mediante la cual las personas comunican a sí mismo y al resto de la sociedad, cuál es su identidad. Quiérase o no, la selección de los colores, los personajes, la vestimenta, los accesorios y el maquillaje de los protagonistas del spot implicaron la determinación de quién sería el nuevo consumidor, lo que dejó afuera al “petrolhead” amante de la marca, lo que puede explicar la masividad de las críticas.