Por Salvador Aparicio, Ingeniero Comercial y académico

Conocida es la importancia del recurso humano en las empresas para mediante diferentes estrategias ayudar al logro de los objetivos y metas que la organización se ha propuesto lo que permitirá que esta siga vigente y competitiva en el mercado.

Hoy en día y producto del permanente cambio e innovación es que el concepto “recurso humano” se ha transformado en “gestión del talento” el cual significa incentivar y provocar cambios, en la mayor de la veces positivos, en las personas o empleados, para lograr incluso los objetivos más ambiciosos en una organización.

Una vez aceptado lo anterior por una empresa, viene el gestionar un intangible muy difícil de conocer y medir, el cual puede transformarse en beneficios tangibles y medibles en un futuro mediano si se sabe liderar, trabajar e incentivar, me refiero al “capital del talento”, es decir, el conocimiento de las personas como un bien de la organización.

Muchas veces las organizaciones en el proceso de selección de sus empleados, sólo se preocupan de llenar vacantes y cumplir con las necesidades de personal no considerando la totalidad de los conocimientos que cada persona tiene y que podrían ayudar a satisfacer, no sólo la necesidad del puesto específico del empleado sino también otras necesidades.

Es por eso que las organizaciones pueden aprovechar el conocimiento de sus empleados ya sea el adquirido en aulas o en experiencias laborales, para utilizarlo a su favor y considerarlo un activo que provocará beneficios en el mediano y largo plazo.

El bien utilizar el capital del talento hoy en día, puede significar que una empresa solucione problemas administrativos, financieros, logísticos o de cualquier área sin invertir recursos monetarios y sólo considerando las posibles soluciones viables que se generen por desarrollo del intelecto de los propios trabajadores, lo que de ser permanente y sostenible implicará un ahorro considerable en los distintos costos de la empresa además de posibles innovaciones en sus productos y modelos de negocios.

El capital del talento es entonces una potente y efectiva herramienta que se puede considerar una fortaleza de la empresa junto con sus trabajadores para lograr cambios positivos mediante el uso del liderazgo, trabajo en equipo, motivación, logro de metas, empoderamiento de puestos de trabajo y compromiso, todo lo cual permitirá que se enfrente con éxito las complejas externalidades y riesgos de economías y mercados cada vez más inestables.